Tu -
CAPITULO 17
- Tu -
Miré mi teléfono móvil ya que este había vibrado. Era Justin que había twitteado y yo lo tenía en favoritos junto con Drake, Jessie J y Rihanna entonces me notificaba cada vez que él escribía algo en su cuenta. Mire el tweet y sonreí como una estúpida nada más leerlo.
"Dentro de poco voy a cumplir 20 años."
- ¿Cuando has escrito esto?- le pregunté mostrándole la pantalla de mi teléfono y riéndome.
- Mientras ibas al baño- explicó- ¿Como lo has visto?
- Me notifica los tweets- dije avergonzada.
- ¿Mis tweets?
- Si.
- ¿Me quieres controlar?
- Llámalo como quieras- dije sacándole la lengua.
Él rió y miró a nuestro alrededor. Solo quedaba una pareja más en la heladería y yo estaba muerta de sueño.
- ¿Me llevas a casa?- le pedí.
- No.
- Entonces cogeré un taxi- dije tranquila.
Empecé a guardar el móvil y todos los objetos en mi enorme bolso y después cogí la cartera y guardé el dinero que me había sobrado al pagar los helados.
- No te vas a ir- dijo captando mi atención.
- ¿Nos quedamos a vivir aquí?- pregunté divertida.
- Es temprano- dijo mirando la hora.
Las 4 de la madrugada y supuestamente era temprano para él.
- Los trabajadores quieren cerrar ya y yo estoy cansada- dije bostezando.
- No- se quejó mientras hacía morritos.
- No me pongas esa carita- dije riendo- No cuela.
- ¡Por favor! Tenemos muchas cosas que hablar.
- ¿Sobre qué?
- Tu cumpleaños, es dentro de dos sábados- yo me sorprendí.
- ¿Lo has calculado?
- Una fecha así no se me puede olvidar- dijo riendo- Pero, si soy completamente sincero, lo recuerdo perfectamente porque es tres días antes que el mío.
- Lo sé- volví a bostezar- Pero eso lo podemos hablar mañana.
- Faltan muchas horas para mañana- dijo como un niño pequeño.
- Hace 4 horas que es mañana- dije bromeando- ¿Te quedas?- pregunté poniéndome en pie.
Él se levantó y me miró de una forma extraña.
- Espera, voy a pagar- lo cogí de la mano antes que caminara.
- Ya está pagado, Justin.
- ¿Qué?- dijo incrédulo.
- Tu me has invitado al set y yo te invito al helado. ¿Vamos?- completé.
Al no obtener respuesta lo cogí de la mano y después de despedirme de los empleados, lo arrastré a la calle. El frió me golpeó y un escalofrío recorrió mi cuerpo.
- ¿Me llevas?- volví a preguntar.
- Tu eres tonta- afirmó abriendo el coche.
Subí y encendí la calefacción rápidamente y me puse el gorro de lana que Justin tenía en la parte trasera del coche.
- Te queda mejor que a mí- dijo sonriendo- Te lo regalo- dijo poniéndomelo bien.
- ¡Claro que no!- respondí.
- Para compensar el helado.
- ¡No flipes, Justin!- espeté- Este gorro debe valer 50 veces lo que me ha costado el helado.
Todos sabemos que Justin no compra ropa en una tienda cualquiera, así que no dudaba que el gorro era de alguna marca rarilla que usa él.
- No vale la pena pelearse contigo- dije riendo- ¿Cuándo te haga un regalo de cumpleaños lo vas a aceptar o tendré que esperar algo 10 veces mejor?
- No quiero que te gastes mucho dinero en mí- dijo sincero.
- Pero tu si puedes en mí, ¿no?- él no supo que responder.
Estábamos bromeando pero yo tenía la intención de aclarar este tema.
- Tengo la suerte de que no necesito dinero y puedo vivir bien, así que puedo pagarme los vuelos o las cenas- siguió callado- Puedo invitar de vez en cuando y tienes que aceptarlo.
- Lo intentaré- dijo no muy convencido.
- Es cosa de dos. Si tu no aceptas lo mío, yo no aceptaré lo tuyo.
- ¡Eso es chantaje!
- No me gusta que me lo pongan tan fácil, Bieber- él rió- Si es por la caballerosidad, me conformo con que me trates bien.
- Eres rara- dijo mirándome con una mueca.
- Que le voy a hacer...
Él carcajeó.
[...]
- Gracias por traerme- dije nerviosa.
- ¿Sirve de algo si digo que no quiero que entres?- yo negué- Que conste que lo he intentado.
- Nos veremos mañana, Justin.
- Tengo ensayos del Believe Tour.
- Pues pasado o el otro.
- Mañana- afirmó- Vienen Jazzy, Jaxon y mis abuelos.
- Va a ser un gran concierto- dije orgullosa- ¿Qué tal si mañana pasas el día con tu familia?
- Eso había pensado- asentí- Pero tu también vienes- rogó.
-Iré si es lo que él niño desea- él sonrió.
Se acercó y me dio un beso en la mejilla. Un beso con sabor agridulce. Necesitaba un buen beso pero no estaba preparada aún.
- Tengo que decirte algo- dijo serio y yo me puse nerviosa- El día de tu cumple tengo un concierto en Canadá.
- ¡Me habías asustado, tonto!- le dije dándole un golpe- No pasa nada, es solo un día más.
Me dolía mas el hecho de tenerlo lejos durante una temporada que pasar mi 18 cumpleaños sin él.
- ¡Los 18 no se cumplen todos los días, ______!
- Bueno, esta bien. Seguramente iré con Alisha a cenar a algún sitio y eso. ¡No importa!
- ¿Y por qué no te vienes conmigo?
- ¡Se te va la cabeza! Tienes un concierto y seguramente estarás cansado y todo eso, Biebs- suspiré- Te prometo que para el tuyo viajaré para celebrarlo contigo- sonreí.
- No me parece justo.
- Aquí la justicia ni entra ni sale- bromeé- Y me voy a ir, porque Alisha estará preocupada.
- Va a ser raro esta noche- dijo sincero- Sin escuchar a Miley ni a Jess, ni hablar contigo un ratito antes de acostarnos- recordó Filipinas.
- Te enviaré un mensaje para que duermas tranquilo- vacilé- Pero déjame ir- exageré.
- ¡Anda! ¡Vete!- espetó bromeando.
Hice el amago de abrir la puerta pero su mano me lo impidió.
- Sueña conmigo- se acercó y me dio un beso en la comisura de los labios- Te quiero, tontola.
- Bye, Bizzle.
Salí del coche y lo despedí con la mano. Subí prácticamente corriendo y cuando puse mi pie sobre el primer peldaño de mi habitación, mi móvil vibró. Lo desbloqueé y sonreí al ver en la pantalla el nombre de Justin.
"Espero impaciente tu mensaje."
Me asomé a la venta y vi su coche todavía parado delante de mi casa, esperando mi respuesta.
"¡Que impaciente eres! ¡Vete a casa!"- envié.
"Por cierto, se me olvido decirte. Yo también te quiero, Bizzle."
Envié rápidamente antes de poder arrepentirme y bloqueé el teléfono. Había tenido ganas de decírselo en persona, pero mi miedo me lo impidió. Corrí a lavarme la cara y a ponerme mi pijama. Después me lavé los dientes, me puse crema y me metí entre las frías sábanas de mi cama. Resoplé con miedo antes de volver a mirar el móvil.
Dos mensajes.
"No se que puedo decir."
"Me encantaría tenerte aquí y abrazarte mientras duermes. Me arrepiento cada día. Pensaba que era bueno estar solo y salir de fiesta, beber y follar, estaba tirando mi vida por la borda. Tengo una familia que me quiere, millones de formas de divertirme y a ti. Gracias, Shawty."
Mi cuerpo estuvo al borde de las convulsiones, pero respiré profundamente, reprimí las lágrimas y tecleé en el teléfono.
"
Deja de arrepentirte. Deja de pedir perdón. Me haces feliz. Tu familia me hace feliz."
Traté de cerrar los ojos pero no podía dormir hasta que él no respondiera a mi mensaje. Miré el móvil y no tenía un mensaje, si no un tweet de Justin.
"Me da igual que me juzguen. Me da igual que se enfaden. Cometo errores pero de ellos aprendo. Gracias por ayudarme tanto."
Al instante una notificación. Él, Justin Bieber, había subido una foto que nos habíamos echo en Filipinas con el título "
Amo la forma en que miras."
Al principio abrí la boca anonadada, pero pronto se convirtió en una sonrisa de enamorada. Nadie sabía de nuestra vieja relación, solo de una buena amistad. Pero esa foto se iba a convertir en una confirmación para todas las fans de Justin.
- La que se me viene encima- susurré para mí misma.
- Justin -
- ¡______! ¡______!- gritaba Jaxon señalando a una jirafa.
- ¡Es enorme!- dijo esta sorprendida.
Ellos corrían de un lado para otro disfrutando del zoo. Jeremy y Pattie iban más adelantados que nosotros, hablando tranquilamente, y yo iba observando a mis dos hermanos y a ______ como disfrutaban de los animales.
- Ha sido una idea genial venir aquí, Just- dijo ______ a mi lado.
- Sabía que no podías faltar.
- ¡Ohh!- dijo abrazándome y achuchándome al mismo tiempo- ¿Estás preparado para el concierto?
- ¿Lo dudas?
- ¡Por supuesto que no, Señor Ego! Yo tengo ya las entradas.
- ¿Cuanto te costaron?- pregunté con el ceño fruncido.
- ¡No te lo vas a creer!- dijo riendo- ¡Alisha compró el Meet & Great!
Abrí la boca de par en par.
- ¡Estáis completamente locas! Eso será tan raro...
- Ha sido idea de Alisha, no mía- dijo mientras reía.
Yo simplemente no respondí. Ellas se habían gastado mucho dinero con el Meet & Greet cuando podían estar perfectamente en el backstage.
- Eh...- dijo nerviosa- Si no quieres... Podemos regalar las entradas.
- ¡No!- dije rápidamente sonriendo- Sabes que podíais estar en el backstage, ¿verdad?
- Lo sé, pesado- dijo bromeando- Pero no es lo mismo.
- ¡______!- la llamó Jazzy esta vez- ¿Has visto a los leones?- preguntó entusiasmada.
Ella rió y se acercó entusiasmada.
[...]
- ¿Quieres que te cargue, Jaxon?- preguntó ______ sonriendo.
Este asintió y ______ lo subió a su espalda tal y como llevaba yo a Jazzy. Habían corrido y jugado mucho y estaban muy cansados.
- ¿Vienes a casa, Shawty?- le pregunté nervioso.
Ella me miró y frunció el ceño.
- Estas muerto de sueño y pasado mañana es el concierto- dijo sonriendo- Me encantaría. Pero mejor si descanséis- aclaró señalando a Jaxon, el cual apoyaba su cabeza en mi espalda.
- Sabes que pasado salgo de gira y no nos veremos tanto- me quejé.
- Me haces sentir culpable- explicó ella seria.
- ¿De qué hablas?- dije levantando un poco la voz a causa de la incertidumbre.
- ¡Tu! Trato de hacer lo mejor para ti, pero siempre parece que no quiero salir contigo.
- ¡Es que en verdad lo parece!
- ¿Hablas en serio?- preguntó molesta.
- Totalmente.
- Estás bromeando, ¿verdad?- dijo sin creérselo todavía.
- ¡No! ¿Me ves riendo?- Jazzy nos miraba asustada- Tu te dedicas a hablar sobre mí y sobre el tiempo que pasaremos separados, pero ni siquiera parece que quieras aprovechar el tiempo que nos queda juntos.
- ¡Tu flipas, Justin! Me sorprendes.
- Actúas como si te importada una mierda nuestra relación.
- ¿Sabes qué? Recapacita y descansa, no me apetece discutir- se acercó y dio un beso a Jazzy- Me iré a casa a descansar.
Aceleró el paso hasta llegar al aparcamiento. Metió a Jaxon en su sillita, le dio un beso en la frente y luego se puso a hablar con mi madre. Con un abrazó se metió en su coche con el que había venido y desapareció por la carretera sin tan siquiera despedirse de mí.
- ¿Que ha sido eso?- preguntó Pattie desconcertada.
- Nada- suspiré frustrado.
- Tu-
Solté un par de lágrimas. No estaba dolida, ni enfadada, solo cansada. Quería una vida normal como toda la gente.
El timbre sonó apenas diez minutos después de llegar. Me acerqué y abrí. Lo que esperaba <<pensé>>.
- ¿Estás bien?- preguntó preocupado.
- No eres de hierro, Justin- dije tranquila- Necesitas descansar. Disculpa si no dejo que te pases los días sin dormir y me preocupo porque estés bien- dijo sarcástica.
- Lo siento- agachó la cabeza, avergonzado.
- No tienes que disculparte- dije firme- ¿De verdad crees que no quiero estar contigo?
- No, solo ha sido algo del momento. ¿Podemos simplemente no estar enfadados? Me voy dentro de tan solo dos días y no te veré por días.
- O por semanas.
- Ni de broma, Shawty- dijo seguro- No más de una semana sin verte- rogó.
- ¡Te dije que tenía dinero, pero no puedo permitirme tantos vuelos!- dije.
- Eso no es un problema.
Cuando iba a reprocharle, me interrumpió.
- ¿Vienes a cenar conmigo, ______?- preguntó, volviendo al tema anterior.
- Solo si me prometes que te vas a echar un rato a dormir.
- ¿Aquí?- preguntó señalando mi casa y yo levanté mis hombros en señal de respuesta- ¿Duermes conmigo?
- Está bien, Bizzle. Pero solo porque sé que no te voy a ver tanto como ahora.
[...]
- Está bueno- dije probando el vino.
Todo era precioso. El restaurante era lujoso y tranquilo. Justin iba con una camisa gris de botones, pantalones vaqueros, una americana y unas Vans negras. Sin collares ni relojes. Yo llevaba un vestido negro que mostraba toda mi espalda, un collar dorado adornando mi cuello y unos tacones negros dañando mis pies.
- ¿Te gusta?
Yo asentí nerviosa. Había decidido que esta noche iba a darle una oportunidad y quería empezar a hablar. Necesitaba contarle mis miedos y mis metas para que no hubiese más mentiras.
- ¿Ocurre algo?- preguntó frunciendo el ceño.
- Solo quiero decirte algo.
- Me estás asustando- dijo mientras fruncía más el ceño.
- No, no- dije rápidamente- Relájate.
Él me miró fijamente unos minutos mientras su ceño fruncido desaparecía poco a poco y traté de adivinar que pasaba por su cabeza, pero fue trabajo en vano. Suspiré unas tres veces antes de decidirme a hablar.
- Verás- resoplé nerviosa- Antes que nada, agradecerte por este mes contigo en Filipinas, aquí, tus hermanos, el zoo, todo- dije sonrojada- Ha sido de sueño vivir tanto en tan poco tiempo.
- No me gusta que suene a despedida- dijo con la voz apagada.
- ¡Cállate!- bromeé- Deja que me explique.
- Está bien. Adelante- me invitó a seguir.
- Mmm...- pensé- Y quería pedirte perdón porque sé que no lo pasaste bien, que no ha sido fácil y aun así, has estado ahí durante estas semanas, sin dejarme ni un segundo sola, sin hablarme mal, ni mentirme- dije rápidamente.
Mis ojos se empapaban de lágrimas a medida que las palabras salían de mi boca y estaba segura que brillaban mucho a causa de las ganas de llorar que tenía. Era un sentimiento tonto, pero tenía miedo a ser rechazada y a que esta noche tan especial se fuera al garete.
- Y ahora se que estaremos separados.
- Poco- contrapuntó a lo que yo sonreí.
- Bueno, no nos veremos a menudo, pero no quiero que me olvides- una lágrima rodó por mi mejilla .
Él me miró confundido pero preocupado. Yo no tenía en mis planes llorar, pero así lo sentía y no iba a esconderme en un momento tan íntimo. Él me cogió las manos por encima de la mesa, dándome fuerzas.
- Te quiero mucho y sé que has aguantado cosas muy tontas de mi parte, no has visto apenas a tus amigos y, no sé, en parte me siento culpable- expliqué- Pero esa no es la cuestión- suspiré y me decidí- Como ya te he dicho te quiero mucho y me has echo sentir única y querida- sonreí avergonzada y lancé mi pregunta- Me gustaría saber si quieres que nos demos una segunda oportunidad.
Él me miró fijamente durante unos segundos sin pestañear.
- Como pareja- aclaré.
Siguió en su mundo, en sí mismo, y yo me arrepentí al instante de haber pronunciado esas palabras.
- Bueno... Estaba equivocada- dije rápidamente- Olvídalo, ¿vale?- él me ignoró- ¿De qué estábamos hablando antes?
- ¿Es esto real?- fue lo primero que pronunció.
Yo me quedé sin decir nada.
- Yo... Solo... No sé que decir. Pensaba que me iba a costar mucho más y estaba preparado para luchar. Debería haberte dicho todo eso romántico.
- Eso no importa- dije limpiándome otra lágrima que se había escapado e mis ojos.
- Ven aquí- me indicó su regazo.
Dudé unos segundos, pero no quería alargar el sufrimiento. Me acerqué, despacio, mirando fijamente sus ojos y él me colocó sobre sus piernas. Nos mirábamos directamente y él acariciaba mi muslo, tranquilizándome.
- ¿Pensabas que era así de tonto?- habló- ¿Pensabas que iba a dejarlo pasar?- levanté mis hombros con confusión- Tu eres todo lo que me ha rodeado estas semanas y no puedo estar más feliz por ello. A pesar de no poder besarte- miró mis labios- Me sentía como tu novio, porque esto que tu y yo tenemos no pasa desapercibido.
Otra lágrima más.
- Te quiero y quiero que seas mi novia. No quiero que te escondas, no quiero que sea como en la isla. Quiero que el mundo sepa que tengo a la mejor chica a mi lado. Tu me has ayudado tanto que no puedo decírtelo con palabras y que tu te disculpes por hacerme sufrir me da risa. Yo he sufrido porque he sido un imbécil, pero tu solo me has tratado como merecía ser tratado.
Otra lágrima. Pensé en secárlas, pero de todos modos debía parecer un zombie.
- Quiero que me prometas algo- escuché atenta- No vamos a estar más de dos semanas sin vernos.
- Eso es difícil- dije triste.
- No lo es, solo te dejaré aquí si es por cuestión de trabajo. No me gusta que estés sola cuando podrías estar conmigo todos los días.
- ¡Eso es una carga, Just!
- ¿Pero tu te estás escuchando? Nunca serás una carga para mí, ______. Yo voy a hacer los conciertos y cumpliré con mi agenda, pero quiero viajar por el mundo contigo.
- No quiero dejar sola a Alisha- mentí.
- Alisha pasa más tiempo en Nueva York que en Los Ángeles.
- Me has pillado- bromeé- Quiero ir detrás de ti, de ciudad en ciudad, aunque solo sea para verte actuar, pero no quiero que algo salga mal- confesé.
- ¿Me quieres?- asentí a modo de respuesta- Vente conmigo.
- Lo haces parecer todo tan fácil...- le acusé.
- No quiero que todo se joda por la distancia, no quiero que me olvides. ¿Tan difícil es de entenderlo?
- Iré- afirmé decidida y él rió- Con una condición.
- ¿Cuál?
- Yo no influiré en nada en tus horas de trabajo, de ensayos, de conciertos y todas esas cosas.
- Tu ahora ya influyes aunque estés a kilómetros de distancia , pero si es lo que quieres, trataré de cumplirlo.
Sonreí agradecida y vi una sonrisa asmar en su rostro.
-
¿Significa que puedo besarte?- preguntó.
- Inténtalo
Ni un segundo paso hasta que sus labios rozaron los míos, despacio, con ternura y cariño. Trató de profundizar más el beso y yo no se lo impedí. Abrí la boca y su lengua entró tratando de empezar una guerra con la mía. Se sentía tan bien... Mostró un poco de su desesperación y luego traté de separarme para poder respirar, pero mordió mi labio de una manera tan sexy que no pude evitarlo y me lancé otra vez sobre sus labios.
- Lo echaba tanto de menos- confesó entre beso y beso.
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